Dior Lady Art #9
Símbolo y leyenda, el Lady Dior encarna el estilo Dior por excelencia, a caballo entre la elegancia atemporal y el atrevimiento perpetuo. Su diseño refinado y arquitectónico, realzado por las emblemáticas líneas gráficas del motivo Cannage, fusiona los códigos eternos de la Maison con la maravillosa pluralidad de su savoir-faire. Un objeto de deseo icónico con un destino extraordinario que continúa conformándose a través de conceptos y acontecimientos que trascienden los límites de la innovación y la inventiva. Es por ello que, desde 2016 y en el marco del proyecto Dior Lady Art, la Maison da carta blanca a artistas internacionales para reinterpretar este excepcional bolso, que se transforma en un lienzo de ensueño sobre el que plasmar su visión, su universo y su singularidad.
...Vaughn Spann
Vaughn Spann es un artista estadounidense afincado en Nueva Jersey cuya producción vibrante y expresiva combina elementos abstractos y figurativos. Su obra explora temas como la historia, la cultura y la identidad afroamericanas a través de una rica paleta, texturas variadas y personajes casi de ciencia ficción que evolucionan en un horizonte quimérico dentro de un relato contemporáneo. Al alterar los límites tradicionales del arte, ponderando la dualidad de los seres y el mundo, las combinaciones dinámicas y profundamente personales aparecen marcadas por iconografías potentes que despiertan emociones y dan lugar a la reflexión. Este enfoque se perpetúa en sus versiones del icónico Lady Dior. En su primera propuesta, extragrande y que juega con los códigos masculinos y femeninos, reinterpreta la forma y el espíritu funcional de los portadocumentos de los 80 con una transparencia teñida de rosa y una “X” central, un motivo recurrente en su obra. La segunda versión está adornada con estructuras geométricas extraídas de algunos de sus lienzos, mientras que las dos últimas representan, respectivamente, sus pinturas de 2020, Firestorm y Untitled (stormy), con sorprendentes efectos matéricos, de relieve y contraste, y un estilo irresistiblemente pop y desenfadado.
Liang Yuanwei
La artista china Liang Yuanwei trabaja en la percepción de la vida cotidiana y el paso del tiempo a través de sus lienzos texturizados, que transmiten una meticulosidad virtuosa. Sus delicadas composiciones experimentales definen un nuevo lenguaje visual con motivos repetitivos y dibujos florales que fusionan tradiciones ancestrales y creatividad. En esta novena edición de Dior Lady Art, la pintora se ha inspirado en su serie Golden Notes para reinterpretar el icónico bolso. Elaborada en resina mediante un proceso de impresión en 3D, esta pieza excepcional se ve realzada por una multitud de flores que revelan un sorprendente juego táctil de materiales y sensaciones. Este efecto celebra la belleza simple de la cerámica craquelada y reproduce los jarrones de la dinastía Song, que constituyen la esencia de la obra. Presentado en una paleta verde que expresa la exuberancia del reino vegetal, este cautivador objeto se ve realzado por los acabados de metal dorado envejecido, que recuerdan a la cerámica Ru, mientras que las asas y la bandolera evocan el jade.
Duy Anh Nhan Duc
El vietnamita Duy Anh Nhan Duc, nacido en Ciudad Ho Chi Minh y afincado en París, hace de la naturaleza el eje central de su obra. Este artista botánico crea instalaciones infinitamente poéticas compuestas por plantas, como dientes de león, salsifíes, cardos, espigas de trigo y tréboles, que nos invita a redescubrir. Fruto de incansables recolecciones, su obra teje un fascinante diálogo con los ciclos de la vida, más dependiente que nunca de la fragilidad del momento. Para Dior Lady Art, Duy Anh Nhan Duc ha ideado una reinterpretación que refleja su pasión por la horticultura y los sentimientos que le despierta el esplendor del mundo vegetal. Su Lady Dior está adornado con una profusión de detalles exuberantes, en particular un motivo floral repujado en piel, totalmente vegana, que realza con una sublime rejilla y un precioso bordado. Un conjunto maravilloso, rematado con flores, tallos y ramitas de metal dorado y acabado exquisito, que revela, a modo casi de escultura, las nervaduras que recorren sus hojas. Como sorpresa final, este excepcional objeto muestra una enredadera dorada que se enrosca alrededor del asa y un delicado diente de león dentro de una gota de resina, firma del artista y talismán secreto.
Anna Weyant
Nacida en Calgary, Canadá, Anna Weyant se nutre de una amplia variedad de influencias que van de la edad de oro de los maestros neerlandeses a la cultura pop contemporánea. Impregnadas de surrealismo y misterio, sus pinturas figurativas y tragicómicas cuestionan las convenciones sociales y los códigos de la feminidad en retratos y bodegones de atmósfera nostálgica, a veces inquietante, entre luces y sombras.
Una visión a la vez aventurera y melancólica, pero siempre profundamente sensible, que traslada a sus virtuosas reinvenciones del Lady Dior. Una versión de tamaño mediano evoca las vetas de la madera, un motivo presente en muchas de sus realizaciones. En un segundo bolso, totalmente dorado, las rosas y las margaritas que pueblan su obra cobran vida, transformándose en esculturas enjoyadas en la parte superior del diseño. En una oda a la excelencia de los ateliers de la Maison, las líneas gráficas del emblemático motivo Cannage se reinterpretan en una versión delicadamente salpicada de margaritas.
Jeffrey Gibson
Entre el legado y la reinvención, Jeffrey Gibson crea obras ultracoloridas que aúnan la artesanía tradicional de los nativos americanos con una estética atrevida y casi psicodélica, y destaca por su versatilidad para combinar pintura, escultura, grabado, textiles y vídeo, e idear un vocabulario visual híbrido. Sus creaciones adquieren el poder de la palabra y entonan eslóganes contemporáneos o versos de canciones: narrativas que adoptan formas singulares y celebran a los olvidados, los marginados. Son invitaciones a (re)leer la vida cotidiana y la sociedad a través de los prismas del arte, la pasión y los sueños. Jeffrey Gibson traslada su universo único al Lady Dior en una metamorfosis decididamente pop inspirada en sus icónicos sacos de boxeo, que reinterpreta y transforma en objetos artísticos. Despojados de su función original, estos dos accesorios simbólicos —del deporte y la moda— se reivindican como una oda al amor. En un cautivador juego de recto y verso, el emblema Dior se adorna, por un lado, con la inscripción “love, love, love” bordada con cuentas, y por el otro, con numerosos candados en forma de corazón realizados con impresión en 3D, que rinden homenaje a los que brillan en los puentes parisinos. Una pieza rebosante de alegría y tiernas declaraciones, para uno mismo y para los seres queridos.
Danielle McKinney
En sus inquietantes retratos cinematográficos, Danielle Mckinney, nacida en 1981 en Montgomery, Alabama, captura todas las sutilezas de la esfera íntima. En sus relatos ocultos, invoca personajes femeninos que ocupan espacios a menudo domésticos que se convierten en “habitaciones propias”: instantáneas de paisajes mentales que reflejan la introspección y varios momentos en la vida de una mujer. Su estilo, con sus tonos vivos y sus increíbles contrastes de luz, anima al espectador a descifrar lo invisible, adivinar lo inconfesable. Una cautivadora poesía de lo cotidiano que se despliega en un léxico de alta costura sobre un deslumbrante Lady Dior. Al revelar meticulosamente los movimientos de la pintura, el tejido de color tostado —telón de fondo ligeramente arrugado— recrea, como un ligero eco, la textura emblemática de sus lienzos. En el centro, la silueta de una chica, protagonista simbólica y emblemática de la artista, aparece delicadamente bordada a mano, hilo por hilo, con una infinita destreza que evoca la maestría absoluta y los colores mágicos de sus obras pictóricas. Encarnación del vuelo de la imaginación, una mariposa se posa en el corazón de esta escena, mientras que otra revolotea en el asa del bolso. Los preciosos adornos brillan gracias a una paleta refinada con toques de rojo vivo. Una reinvención fulgurante.
Hayal Pozanti
En sus lienzos, Hayal Pozanti busca materializar y comprender la corporeidad de todas las cosas. A través de formas exuberantes y orgánicas en colores intensos y variados, crea fantásticos paisajes abstractos y retratos en los que, de manera elemental, se materializa nuestra relación con la vida. Sus obras, tan conceptuales como emotivas, constituyen una metáfora de la inteligencia humana y sumergen la mirada en un lugar ficticio que resulta irresistiblemente real.
Para Dior Lady Art, ha diseñado tres piezas en las que esboza su visión fantasmagórica de la naturaleza y con las que invita a la exploración y al movimiento. Como si se tratase de un viaje onírico al corazón de las montañas, los dos primeros bolsos Lady Dior están adornados con detalles deportivos inspirados en una de sus pasiones, el senderismo: aplicaciones de piel de oveja en alusión al forro de las botas de montaña, mosquetones y patas protectoras que recuerdan las puntas en forma de estrella de los bastones de trekking. Los icónicos charms D.I.O.R. se reinventan en un alfabeto jeroglífico concebido por la artista. La última reinterpretación, una pochette pintada a mano, muestra un paisaje nocturno ensalzado por una nube de strass meticulosamente dispuestos en una lluvia de cometas fugaces. El interior, por su parte, está cubierto de espejos que invitan a emprender una lectura de uno mismo y del mundo.
Sara Flores
La obra de la peruana Sara Flores, verdadera alianza sinérgica de la excelencia pasada, presente y futura, se inspira en el kené, una práctica milenaria que ocupa un lugar central en las tradiciones del pueblo shipibo-conibo que vive a orillas del río Ucayali. Fuertemente enraizadas en su patrimonio cultural, sus creaciones revelan laberintos hipnóticos que ilustran la interdependencia del ecosistema amazónico.
En este nuevo capítulo de Dior Lady Art, la artista ha querido poner de manifiesto las habilidades y el legado únicos de esta comunidad, y para ello ha ideado dos bolsos con detalles que evocan obras suyas en las que utiliza pigmentos vegetales y que lucen un sutil motivo de serpentina bordado. La armonía estética de este diseño, característico de la población indígena, promete sanación espiritual: la mirada sigue las trayectorias intencionadas de los trazos. Con una serpiente enroscada alrededor del asa, el primer modelo, disponible en tamaño mediano, centellea con una constelación de cuentas negras, mientras que el segundo, en formato mini, está tachonado de gemas plateadas. Objetos de deseo que ofrecen una experiencia sensorial y en los que la belleza múltiple de estas costumbres ancestrales brilla más que nunca.
Woo Kukwon
El arte de Woo Kukwon, de Corea del Sur, se despliega fundamentalmente a través de pinturas al óleo, dibujos sobre papel e instalaciones. Sus composiciones de tonos alegres, que se apropian de cuentos de hadas con expresiones estereotípicas, deliberadamente infantiles y burlonas, reflejan la coexistencia equívoca de la ficción y la realidad en una combinación de elementos figurativos y arte pop.
Esta perspectiva impregna sus cinco metamorfosis del eterno Lady Dior. Dos piezas de formato mediano retratan a personajes que representan a su esposa, su hija y su perro, y que habitan dos espacios cautivadores. En la primera, miran a un cielo estrellado, estiradas sobre una colina realzada por hilos coloridos; en su interior pueden leerse las palabras “My universe”, en homenaje a su hija. En el segundo bolso, las muestra paseando bajo los cerezos en flor, con el esplendor de la vegetación floreciendo en las asas y los ojales. La tercera versión, poderosamente irónica, ilustra la distancia entre la realidad y la fantasía, y aparece adornada por un oso polar y la frase “Killing me softly” meticulosamente bordados. El modelo mini está adornado con multitud de abalorios —naranjas, azules, rojos y blancos— que imitan un pelaje suntuoso, mientras que otra versión micro está tachonada de cuentas y strass en negro que brillan en contraste con la firma Christian Dior. Por último, una sorpresa maravillosamente divertida: su fiel mascota aparece en algunos cierres en forma de refinado charm.
Faith Ringgold
Faith Ringgold, icono perpetuador del renacimiento de Harlem, fue una de las principales protagonistas del arte feminista y de las luchas por los derechos civiles. Situada en la confluencia de las tradiciones seculares y las bellas artes, su obra se basa especialmente en el uso innovador del quilt y en la exploración de cuestiones de género y justicia social a través de composiciones de colores vibrantes plagadas de elementos textuales y textiles. El fascinante diálogo entre Faith Ringgold y Maria Grazia Chiuri, que comenzó en 2022, se amplió durante el desfile de alta costura Otoño-Invierno 2024-2025, que celebró su militancia y visión. Para Dior Lady Art, la legendaria artista ideó seis creaciones excepcionales antes de fallecer en abril de 2024. El mantra “Freedom Woman Now” adorna dos bolsos Lady Dior en una superposición de materiales metálicos. A su vez, los “thangkas” de la serie Windows of the Wedding resplandecen en una versión bordada íntegramente con cuentas, así como en las asas y los charms de otra reinterpretación. La figura central Mama Can Sing, un tributo a la audacia y la creatividad de la comunidad afroamericana, aparece en un modelo de piel negra. Vestida en un intenso azul medianoche sobre el que se perfila el puente George Washington, la versión final centra la atención en Cassie, protagonista de su primer libro, Tar Beach, en una oda al sueño universal de libertad.
Huang Yuxing
Considerado uno de los talentos más innovadores de la escena contemporánea, Huang Yuxing, nacido en Pekín, destaca por su capacidad para concebir obras que cuenten la historia de su génesis. Caracterizados por sus fascinantes contrastes y una paleta extravagante, que recuerda a la técnica china Gongbi, sus lienzos dejan entrever el trazo del pincel y la mano del pintor, que insufla vida a paisajes oníricos y abstracciones hipnotizadoras. Un universo asombroso donde fantasía y realidad se dan la mano, que se refleja en cuatro adaptaciones excepcionales del Lady Dior, entre las que se incluyen dos modelos de tamaño mediano que evocan elementos psicodélicos de su obra Heaven and the Earth. Estas piezas magistrales, que se presentan respectivamente en tonos naranjas para el día y azul medianoche para el crepúsculo, se realzan con acabados dorados que evocan la delicadeza de la orfebrería china. Concebido en un formato pequeño, otro bolso luce una serie de dibujos que revelan un mundo prácticamente de ciencia ficción, mientras que la última versión, con un espíritu decididamente sesentero, resplandece en piel brillante, salpicada de lentejuelas y charms D.I.O.R. iridiscentes en alusión a los tonos favoritos del artista.